El proyecto liderado por ALBORDE Arquitectos, llamado PULSO, participó en el décimo festival de arte en la calle de la ciudad de Quito (2011). La idea del proyecto era construir una máquina que sea capaz de expresar de manera visual y lúdica el “pulso” de la ciudad. Alborde consolidó esta idea en una maquina de burbujas, donde las ciudadanía sea el motor que la activa.

 

ALBORDE me dio la oportunidad de diseñar, construir e instalar esta máquina. Como ingeniero mecánico recién graduado y como uno de mis primeros trabajos independientes, el proceso fue muy interesante e intimidante a la vez. Durante todo el proceso hubo mucha experimentación, muchos aciertos y errores, esto se ha convertido en una constante en todos mis trabajos hasta el día de hoy. Es por eso y porque marco el inicio de mi carrera que a este trabajo, en especial, le tengo mucho aprecio.

 

La máquina electro mecánica se basó en aprovechar el movimiento circular de los molinetes de las estaciones de los transportes públicos, que se genera al momento en que la gente los atraviesa. Este movimiento se transfería a la maquina a través de unas paletas de acero para luego distribuirlas a los diferentes mecanismos de esta, ya sea, para activar los ventiladores eléctricos, como para generar el movimiento de hélices, en cuyos extremos habían aros, las cuales se sumergían en agua jabonosa para luego pasar por el ventilador y generar burbujas.